miércoles, 30 de agosto de 2017

HACE TRECE MIL AÑOS LLEGARON LOS PRIMEROS HUMANOS A AMÉRICA

Los primeros humanos llegaron a América hace 13.000 años

Tom Poole, Liquid Junge Lab 

SINC

Los científicos han debatido durante años sobre la fecha de llegada por primera vez de humanos a América. Si bien la evidencia osteológica de los primeros colonos está muy incompleta, los investigadores han descubierto varios esqueletos prehistóricos bien conservados en las cuevas de Tulum, al sur de México.

Ahora, investigadores de la Universidad de Heidelberg (Alemania) han datado un esqueleto encontrado en la cueva de Chan Hol, cerca de Tulum, (México). Su análisis apunta a que el asentamiento humano en el continente americano ocurrió a finales del Pleistoceno, según el estudio publicado en la revista PLOS ONE. 

Wolfgang Stinnesbeck, autor principal de la investigación, y su equipo fecharon el esqueleto estudiando los isótopos de uranio, carbono y oxígeno que se encuentran en sus huesos y en la estalagmita que había crecido a través de su pelvis.

El análisis isotópico fechó el esqueleto en una antigüedad de aproximadamente hace 13.000 años, lo que sugiere que la cueva fue visitada durante el Pleistoceno tardío y proporciona uno de los ejemplos más antiguos de un colono humano en América. 

Licencia : Creative Commons

Localización:EspañaCategoría 

Fuente: SINC, Ciencias Naturales
http://www.agenciasinc.es/Multimedia/Fotografias/Los-primeros-humanos-llegaron-a-America-hace-13.000-anos

LOS CAMBIOS EVOLUTIVOS QUE NOS PERMITIERON HABLAR

Revelan los genes del habla compleja

Bastaron unos pocos cambios evolutivos en los genes para conseguir una voz como la humana, según una investigación reciente.


Los científicos no han dejado de preguntarse cómo y cuándo los seres humanos empezamos a ser capaces de hablar. Pues bien, un reciente análisis de nuestro ADN ha revelado una serie de cambios evolutivos que resultaron claves para modificar la forma de nuestras caras y laringes y que debieron resultar decisivos para crear las condiciones que permitieron la aparición del habla compleja.

Estas alteraciones no se debieron a grandes mutaciones masivas en nuestro paquete de genes. Más bien, ocurrieron una serie de pequeños cambios en la actividad de genes ya existentes y que compartíamos con nuestros inmediatos ancestros los homínidos.

A estos cambios en la actividad y la expresión de los genes parece deberse el que nuestras caras se hayan vuelto más planas en comparación con las de mandíbulas más prominentes de los simios y homínidos que nos precedieron. Las alteraciones genéticas también reesculpieron la laringe y la hicieron moverse más hacia el interior de la garganta, lo que permitió a aquellos primitivos humanos producir sonidos más complejos, variados y sutiles.

El estudio, llevado a cabo por Liran Carmel y sus colegas de la Universidad Hebrea de Jerusalén, ofrece una mirada inédita sobre las alteraciones y evoluciones que sufrieron nuestros rostros y el tracto vocal a nivel genético y que allanaron el camino para desarrollar el sofisticado lenguaje hablado que hoy damos por supuesto. Sin embargo, para otra corriente de antropólogos, tan importantes o más que las variaciones genéticas fueron los cambios en el cerebro. Y es que cabe la posibilidad de que algunos de nuestros ancestros más primitivos pudieran de alguna manera hablar, pero de una forma más ruda, hasta que esos cambios físicos faciales permitieran mejorar de forma cualitativa las características del habla humana.

Liran Carmel, que es genetista, biólogo evolucionista y bioinformático, y su equipo de la Universidad Hebrea de Jerusalén analizaron ADN de gente de dos poblaciones actuales y de cuatro humanos que vivieron hace unos 50.000 años. También estudiaron algunos humanos extintos, concretamente dos neandertales y un denisovano, y material genéticos de seis chimpancés y datos procedentes de una base de datos de gente viva en la actualidad. Se centraron en aquellos genes que se volvieron más o menos activos a lo largo de la evolución. Se fijaron en si los genes tenían grupos de metilos asociados para identificar los cambios epigenéticos. Y es que normalmente los genes metilados suelen volverse inactivos mientras que los no metilados se activan, por lo que los cambios en los patrones de metilación son un indicador para rastrear la actividad genética y sus alteraciones.
Imagen: "Cambiando el rostro. Nuestra cara y tracto bucal cambiaron a lo largo de la evolución, dándonos la capacidad de formar el lenguaje complejo". En rosa, la lengua; en amarillo, el hueso hioides; en naraja, la epíglotis y en verde, las cuerdas vocales.

En los humanos modernos se presentaban alteraciones drásticas en la actividad de los genes asociados a la forma del rostro y la estructura de la laringe, en comparación con nuestros ancestros. Concretamente, los genes ligados a las cuerdas vocales y el desarrollo de la laringe eran los que más habían cambiado en relación a los antiguos homínidos y primates. Por ejemplo, el gen NFIX es mucho menos activo en humanos. Este gen interviene en la protrusión de la mandíbula y el desarrollo de la laringe, lo que sugiere que ha sido decisivo para que el rostro humano se achatara y nos permitiera obtener la configuración facial óptima para el habla, ya que los componentes horizontales y verticales del tracto vocal tienen la misma longitud, como se ve en el diagrama.
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Referencias e Imagen:
Gokhman, D. 'Recent Regulatory Changes Shaped Human Facial and Vocal Anatomy'. (2017). Doi: https://doi.org/10.1101/106955


Fuente: https://www.muyinteresante.es/ciencia/articulo/revelan-los-genes-del-habla-compleja?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Muyinteresantees+%28MuyInteresante.es%29

jueves, 24 de agosto de 2017

TABLILLA BABILÓNICA ESCONDE LA TABLA TRIGONOMÉTRICA MÁS ANTIGUA

Resuelto el misterio matemático de Plimpton 322
Una tablilla babilónica esconde la tabla trigonométrica más antigua del mundo

El arqueólogo que inspiró el personaje de Indiana Jones, el estadounidense Edgar Banks, descubrió hace un siglo en Irak una enigmática tablilla babilónica repleta de números cuneiformes. Tras un siglo de debates matemáticos, investigadores australianos desvelan ahora su secreto: se trata de una tabla trigonométrica de hace 3800 años, la más antigua conocida hasta la fecha, que enseña como hacer cálculos trigonométricos sin ángulos y con una precisión sin precedentes.

SINC
La tablilla babilónica Plimpton 322 presenta cuatro columnas (separadas por tres hendiduras) y 15 filas de números cuneiformes, pero seguramente tuvo más porque está fragmentada. / UNSW/Andrew Kelly

Dos investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW, Australia) han analizado una famosa tablilla de arcilla babilónica, datada entre entre 1822 y 1762 antes de Cristo, y han descubierto que se trata de la tabla trigonométrica más antigua y precisa del mundo. Posiblemente los antiguos escribas matemáticos las utilizaban para realizar los cálculos necesarios para levantar templos, palacios, canales y otras construcciones.

La tablilla confirma que los babilonios se adelantaron en más de mil años a los griegos en la invención de la trigonometría

El estudio confirma que los babilonios se adelantaron en más de mil años a los griegos en la invención de la trigonometría (el estudio de los triángulos) y muestra un sofisticado y antiguo conocimiento matemático que había permanecido oculto hasta ahora.

La tablilla, denominada Plimpton 322, fue descubierta en la primera década del siglo XX, en lo que ahora es el sur de Irak, por el diplomático, arqueólogo, académico y comerciante de antigüedades Edgar J. Banks, el personaje real en el que se basó otro de ficción mucho más popular: Indiana Jones.

En esta tablilla aparecen grabadas, con la escritura cuneiforme de la época, una serie de cuatro columnas y 15 filas de números que siguen un original sistema sexagesimal (de base 60, como nuestro sistema horario), en lugar del sistema decimal con base 10 que utilizamos hoy en día. Las cifras describen una secuencia de 15 triángulos rectángulos, que van reduciendo su inclinación y 'aplanando' fila tras fila. 

Basándose en estudios previos y observando que el borde izquierdo de la arcilla está roto, los investigadores plantean que Plimpton 322 tuvo originalmente seis columnas y probablemente debía estar formada por 38 filas de caracteres cuneiformes.

Temas pitagóricas mucho antes de Pitágoras

"Esta tablilla lleva desconcertado a los matemáticos desde hace más de 70 años, porque se dieron cuenta de que contiene un patrón especial de números llamado terna pitagórica", explica uno de los autores, Daniel Mansfield, de la Escuela de Matemáticas y Estadística de la UNSW en Sidney.

Una terna pitagórica es una lista de tres números enteros positivos: a, b y c, donde se cumple que a2 + b2 = c2. Un ejemplo sencillo son los números enteros 3, 4 y 5, pero los valores que presenta Plimpton 322 a menudo son considerablemente mayores, como los que refleja en su primera fila, donde aparece el triplete 119, 120 y 169.

El nombre de esta terna se deriva del teorema de Pitágoras, que para un triángulo rectángulo establece que el cuadrado de la hipotenusa (lado opuesto al ángulo recto) es la suma de los cuadrados de los otros dos lados.

“Los babilonios conocían los triples pitagóricos mucho antes de que naciera Pitágoras, como se puede ver en esta y otras tablillas”, señala Mansfield a Sinc, y destaca: “Además nos enseñan cómo hacer trigonometría sin usar los ángulos, una trigonometría mucho más simple que no requiere conceptos avanzados como ángulos o números irracionales”.

Los babilonios enseñan cómo hacer una trigonometría sin ángulos y posiblemente la usaban para levantar sus construcciones, según los investigadores

La desconocida trigonometría que describe la tablilla para los triángulos rectángulos se basa en ratios o relaciones, no en ángulos ni círculos. Según los autores, es una obra matemática fascinante que demuestra el genio de sus creadores: "La tablilla no sólo contiene la tabla trigonométrica más antigua del mundo, sino que también es la única completamente precisa, debido al diferente enfoque babilónico de la aritmética y la geometría”.

El estudio, que se publica en Historia Mathematica (la revista oficial de la Comisión Internacional de Historia de las Matemáticas), apunta la predilección de los babilónios por la precisión de los números, y compara la tablilla con la llamada tabla de senos de Madhava (construida en el siglo XIV por este matemático y astrónomo indio), demostrando que Plimpton 322 es una tabla trigonométrica “exacta y potente”.

Las tablas trigonométricas permiten usar la información de un lado de un triángulo rectángulo para determinar la de los otros dos. Hasta ahora se consideraba al astrónomo griego Hiparco, que vivió alrededor de 120 años antes de Cristo, como el padre de la trigonometría, y a su 'tabla de cuerdas' como la tabla trigonométrica más antigua.

"Pero Plimpton 322 precede a Hiparco en más de 1000 años", insiste el otro autor, el profesor Norman Wildberger, quien considera que gracias a esta tablilla se abren nuevas posibilidades no sólo para la investigación matemática moderna, sino también para la educación matemática: "Nos ofrece una trigonometría más simple, más precisa, que tiene claras ventajas sobre la nuestra".

El mundo antiguo enseñando algo nuevo

"Esto significa que tiene gran relevancia para nuestro mundo moderno”, añade Mansfield por su parte. “La matemática babilónica puede no haber estado de moda durante más de 3000 años, pero hoy tiene posibles aplicaciones prácticas en topografía, gráficos por ordenador y en el campo de la educación. Es un raro ejemplo del mundo antiguo enseñándonos algo nuevo".
El profesor Daniel Mansfield enseña la tablilla Plimpton 322, que se conserva en la Biblioteca de Manuscritos y Libros Raros de la Universidad de Columbia, en Nueva York. / UNSW/Andrew Kelly

"Plimpton 322 era una herramienta poderosa que podría haber sido utilizada en la topografía de los campos o para los cálculos arquitectónicos en la construcción de palacios, templos o pirámides escalonadas", aventura Mansfield, aunque reconoce a Sinc que, en realidad, “es difícil decirlo con seguridad, porque nuestra ventana a ese mundo es muy pequeña: sólo podemos echar un vistazo y decir lo que parece ser”.

La matemática babilónica puede no haber estado de moda durante más de 3000 años, pero hoy todavía se puede aplicar, dicen los autores

En cualquier caso, los autores descartan que, como se pensaba hasta ahora, la tablilla sirviera simplemente para que los profesores de la época comprobarán las soluciones de los estudiantes a la hora de resolver problemas de ecuaciones cuadráticas. 

Plimpton 322, que se cree procede de la antigua ciudad sumeria de Larsa (a unos 250 km al sur de Bagdad), actualmente se conserva en la Biblioteca de Manuscritos y Libros Raros de la Universidad de Columbia en Nueva York.

"Existe un tesoro de tablillas babilónicas como esta, pero sólo se ha estudiado una parte. El mundo matemático está empezando a descubrir que la antigua, aunque muy sofisticada, cultura matemática de los babilonios todavía tiene mucho que enseñarnos", concluye Wildberger.
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Referencia bibliográfica:

Daniel Mansfield, N.J. Wildberger, “Plimpton 322 is Babylonian exact sexagesimal trigonometry”. Historia Mathematica, agosto de 2017
Zona geográfica: España
Fuente: SINC
http://www.agenciasinc.es/Noticias/Una-tablilla-babilonica-esconde-la-tabla-trigonometrica-mas-antigua-del-mundo

miércoles, 16 de agosto de 2017

LOS TRES FUNERALES DE LA PALABRA ESCRITA


Sebastián Urdaneta

Boudrillard escribiría que somos la cultura de la eyaculación precoz, de la producción acelerada, de la exacerbación de la voluntad de poder. Así es que vamos perdiendo los rituales, que por lo general cumplían el papel de fraccionar el flujo de la vida en momentos determinantes, para entregarnos al desenfreno y acabar la propia vida pronto.

Fuente Imagen: http://jmechavarria.com/gallery_lao.html

Llega un momento en el que es necesario posponer la búsqueda del sentido de la vida para ponerse a buscar trabajo. Yo había escuchado hablar de la crisis de la adolescencia y de la crisis de los cincuenta, pero desde mi corto entender no hay un momento más decisivo en la vida que el que transcurre entre el abandono del estudio y la entrada a la vida laboral. En mi caso, que no es otro que el de cierta parte de la clase media, ese momento emerge al acabar la universidad. Y uno de los efectos de ese tránsito es la muerte de la palabra escrita.

Pero todo empieza años atrás. Antes de embarcarse a la deriva los padres ya han anunciado con suficiencia que no hay mejor etapa que la universidad, que el colegio, que la niñez (faltaría añadir el estado fetal y, antes, la nada). Ese retroceso ad infinitum le resta credibilidad a su argumento, pero en realidad encierra una tristísima verdad: la vida suele ir en dirección a la resignación. Los jóvenes, mientras tanto, desconocen el sentido histórico de su propio devenir, dedicándose a vivir el presente y despreciar el futuro.

Así, poco a poco, van apareciendo las recomendaciones que los mayores hacen entre estima y piedad a futuros universitarios y posterior fuerza de trabajo. La inclinación hacia las artes y las letras son prontamente aplacadas por preocupados padres, mientras que todo un ejército de consternados allegados susurra, como quien sí quiere la cosa, las bondades de la ingeniería de petróleos y la administración de empresas. Carreras con futuro, que dan plata y achicharran el espíritu.

Es ese el momento en el que todos los años que destinaron los maestros a enseñar las letras, las sílabas, las palabras y el sentido que emerge de sus combinaciones, se va al traste. Se enseña la palabra escrita durante toda la escuela para poder despreciarla con apetito el resto de la vida. Pero si el amor hacia ella, a la palabra escrita, no logra ser del todo aplastado, quedan en la baraja algunas pocas opciones para el novato pos-adolescente. Ahora se me ocurren el periodismo, el derecho y las ciencias humanas.

Sobre el periodismo bastaría decir que hoy somos testigos del lento abandono de las letras en favor de la imagen: bombardeos impiadosos de fotografías, vídeos, galerías y medias y cortas y cortísimas secuencias de información descafeinada dirigida a gente sin tiempo. Quienes persisten en escribir para la prensa sucumben lentamente ante la maquiavélica fórmula que se deriva del apremio por una primicia y el desinterés de un público que opta por informarse con memes. El primer funeral es para la palabra desplazada.

El derecho, mientras tanto, se muestra como un futuro posible para cultivar la lectura: bibliotecas rellenas de códigos, abogados con gafas y Chopin de fondo. Con profunda inocencia entran los estudiantes de leyes a intercambiar las lecciones de Valencia Zea con el Discurso sobre la primera década de Tito Livio. Ingenuos y simples, hordas de futuros juristas equiparan derecho, justicia y cultura como significantes de una misma cadena de sentido. Pero no hay tal.

Habría que advertir que estudiar derecho es esencialmente una técnica, aunque para ser justos se deben mencionar algunas diferencias que se presentan según la universidad de la que se hable. Las universidades para la clase alta suelen formar administradores -sin importar la carrera-, así que se podría ir pensando en dejar de perder el tiempo en derivaciones académicas y lanzar, de una vez por todas, una única línea de estudios que podría llamarse “gerencia de proletarios” o, aprovechando el bilingüismo, “manpower management”. Poca lectura en favor de mucha gestión de personal.

A escasas cuadras, pero también en el Centro, las universidades sin renombre forman litigantes todoterreno cuyo único contacto con el derecho proviene de extensos códigos, normas de papel. Enfocados en detallar “el árbol que impide ver el bosque”, para usar las palabras de D. Kennedy, suelen entrenarse en un oficio cuyo principal fin es servir voluntaria y desprevenidamente a la jerarquía del Estado de bienestar empresarial. Por las noches, cuando se hace el silencio, se puede escuchar el crepitar de las almas secas de quienes deciden dedicarse al derecho tributario o al derecho electoral. Muchas letras comprimidas y empujadas por las afugias del mercado laboral.

Mientras todo esto ocurre, la universidad pública, en una sola agonía, sigue debatiéndose entre formar abogados para el mercado o formarlos para la vida, desencartándose del dilema tras el grado y que te vaya muy bien en esta nueva etapa. ¿Qué hacer con todos los ensayos sobre la transformación del mundo sin tomar el poder, las tesis sobre el Estado ambiental de derecho y las líneas jurisprudenciales sobre la libertad de expresión? A lo mejor quepan en la misma polvorosa caja de las fotocopias viejas de la universidad. Sea cual sea la institución, en el país de los jueces sin Estado se celebra diariamente el segundo funeral, el de la palabra inanimada.

Restarían entonces las humanidades. Hermosas, fecundas e inacabables. Estudiar cualquiera de sus derivaciones será siempre una aventura, aunque nunca comparable con la verdadera travesía de encontrar un trabajo digno luego de haber terminado los estudios. En el transcurso de la carrera el tiempo da acceso a libros completos, a la par que permite convertir los pensamientos en letras más o menos organizadas, más o menos fecundas. El mundo, por lo que me concierne, adquiere un nuevo sentido, porque la escritura proporciona la calma suficiente para convertir las reacciones en pensamientos. Pero ese mismo mundo tiene preparado el más feroz contragolpe en la etapa adulta: en el mejor de los casos estará la opción de rellenar informes, dictar talleres que nada cambian, montar una academia de budismo zen.

No resultan muy útiles en nuestro espacio-tiempo, por demás, las reflexiones de Bourdieu frente a la dominación masculina, ni la formación del Estado según Elías, ni Deleuze y sus rizomas. El giro lingüístico, por lo que me concierne, a nadie le concierne. Y como que sí, como que A. Solano tenía razón cuando escribía a propósito de la pobreza súbita que “por primera había sentido que su cuerpo era más importante que su mente y los números que las palabras”. Por eso ese cuento de Sartre de que estamos condenados a ser libres no es otra cosa que el producto de las especulaciones de un intelectual francés, hombre y burgués, que nunca tuvo que rogar por dictar una clase así fuera en una institución de medio pelo.

A lo mejor Foucault, el citadísimo Foucault, el Foucault que nunca acabo de entender, tenía razón cuando decía que las ciencias humanas nacen cuando el hombre empieza a indagar sobre su propia figura, “soberano sumiso, espectador contemplado”, pero que de cualquier forma está condenado a dejar de preguntarse por sí mismo. El tercer funeral, el más solemne y más triste, es el de la palabra desoída.

Boudrillard escribiría que somos la cultura de la eyaculación precoz, de la producción acelerada, de la exacerbación de la voluntad de poder. Así es que vamos perdiendo los rituales, que por lo general cumplían el papel de fraccionar el flujo de la vida en momentos determinantes, para entregarnos al desenfreno y acabar la propia vida pronto. Esa fluidez contemporánea que manda que circulen los grados y los profesionales y los diplomados y la experiencia laboral, es la misma idea que manda que circule el capital. Lo que procure demora, como las letras, está condenado a la desaparición.

Acudamos todos juntos a este gran entierro tripartito, que mientras se consuma todavía habrá tiempo para escribirnos y leernos.

Fuente: http://palabrasalmargen.com/edicion-111/los-tres-funerales-de-la-palabra-escrita/

lunes, 14 de agosto de 2017

DESIGUALDAD Y POBREZA, CAUSAS DEL ABANDONO ESCOLAR EN LATINOAMÉRICA

Desigualdad y pobreza, causas del abandono escolar en Latinoamérica

RedesIB 

Según un informe de Unicef, medio millón de jóvenes argentinos está fuera de la escuela y solo el 45% logra terminar sus estudios secundarios. En Uruguay apenas el 28,5% completó el segundo ciclo. En Brasil, finaliza el 59% mientras que en Chile lo hace el 90%. La desigualdad social, la pobreza y la falta de políticas educativas relevantes son algunos de los escollos que afrontan los más jóvenes.

El panorama en la educación secundaria argentina es desalentador, ya que, según un informe que presentó Unicef, Posicionamiento sobre adolescencia en el país- un documento sobre la realidad en salud, educación y derechos de los chicos y las chicas de entre 10 y 18 años-, más de la mitad de ellos no termina el secundario y uno de cada seis trabaja.

Se trata de un rango de edad que cubre 5,5 millones de jóvenes. De ellos, medio millón está fuera de la escuela y solo el 45% logra terminar sus estudios secundarios.



El panorama en la educación secundaria argentina es desalentador

El informe remarca que el abandono escolar “está fuertemente relacionado con la inserción temprana en el mercado de trabajo, sobre todo entre los varones, y el embarazo entre las mujeres”. El 15% de los nacimientos en Argentina son de embarazos adolescentes: seis de cada diez no son planificados y uno de cada diez mujeres abandona la secundaria por tal motivo.

Aunque la educación secundaria es obligatoria en Argentina por la Ley de Educación Nacional 26.206, de 2006, cerca de 500.000 chicos y chicas están fuera de la escuela y menos de la mitad de los adolescentes que ingresa a la secundaria logra completarla, el 45%.

La desigualdad también se manifiesta en al acceso a la protección social. Si bien la Asignación Universal por Hijo alcanzó a un millón de adolescentes entre 12 y 17 años, a partir de los 13 años los niveles de cobertura tienden a descender y esto se acentúa en la población de 16 y 17 años.

El caso de Uruguay

Desde 1973 existe la Educación Media Básica obligatoria a través de la ley 14.101. “El sistema educativo uruguayo es altamente centralizado y burocratizado, la elección de escuelas aplica para la oferta (los docentes) pero no para las familias”, advierte Emiliano Pereiro, sociólogo e investigador de Ceibal (programa One Laptop per Child de Uruguay). 

A los 18 años, la diferencia entre niveles socioeconómicos alcanza los 49 puntos.

Aunque el porcentaje de jóvenes que culmina el ciclo sin atraso aumentó desde el 2006, en 2014, apenas un 28,5% de los jóvenes de 18 a 20 años completó el segundo ciclo de educación media. Y continúa en último lugar cuando miramos el grupo de edad de 21 a 24 a pesar de haber subido 10 puntos porcentuales.

De acuerdo al profesor y especialista Miguel Lagrotta, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, Ineed, revela que a los 17 años, el 96% de los adolescentes de los hogares más ricos accedía al sistema educativo. Entre los más pobres, la cifra cae al 59%. A la misma edad, la diferencia también se nota en el atraso: entre los más ricos, el 76% asiste sin rezago y entre los más pobres, lo hace el 17%. A los 18 años, la diferencia entre niveles socioeconómicos alcanza los 49 puntos.

A los 22 años, el porcentaje de graduados en la educación media superior presenta diferencias marcadas: el 71% de los jóvenes de hogares más favorecidos, mientras que solo egresa un 15% de los que pertenecen a los hogares más desfavorecidos.

Brasil, con problemas similares

El 84% de los jóvenes de 15 a 17 años asiste a la escuela, pero solo el 59% finaliza a los 19 años, de acuerdo a los datos del Anuario Brasileño de Educación Básica, producidas por Todos por la Educación.

El 84% de los jóvenes de 15 a 17 años asiste a la escuela, pero solo el 59% finaliza a los 19 años

El 99% de los niños y adolescentes de 6 a 14 años de las familias más ricas concluyeron la enseñanza primaria. El 97% de los más pobres están matriculados, pero en este estrato está la mayoría de los 430.000 niños y adolescentes de ese grupo de edad que no frecuentó ni concluyó.

Hoy, 1,7 millones de jóvenes de 15 a 17 años no están matriculados en la enseñanza media. La tasa neta de matriculación está en el 62,7%. Los modelos de enseñanza media han sido criticados por reforzar las desigualdades históricas: el 86,6% de la tasa de atención de la enseñanza media es para la población más rica.

La crisis de la enseñanza media se revela en indicadores preocupantes: el 14,6% de los jóvenes De 15 a 17 años no estudian y no concluyeron este paso.

Chile, la diferente

Según el sociólogo y especialista en jóvenes, Raúl Zarzuri, asegura que en Chile el 90% de los adolescentes culmina el secundario. Hoy en día, es el país con mayor porcentaje en este ámbito, al contrario de lo que sucede en Uruguay o Argentina , donde hay una gran deserción.

Por otro lado, Zarzuri remarca, que en casos de embarazos adolescentes hay programas para enfrentarlos para que no haya abandono escolar. Ya que la secundaria es obligatoria desde el Gobierno de Ricardo Lagos (2000- 2006).

Chile tiene la tasa más alta de alfabetización de toda Latinoamérica

En cuanto a la tasa de alfabetización, en Chile es del 96%, la más alta de Latinoamérica por delante de Argentina o Brasil. En 2003, se aprobó una ley que impuso la educación obligatoria hasta los 18 años, es decir, 12 años de educación obligatoria.

La mayoría de los estudiantes, el 93%, se beneficia vales que entrega el Estado y un 7% prefiere asistir a escuelas privadas. Este sistema de vales escolares también se usa en otros países como Dinamarca y Suecia, y se introdujo en Chile en 1981.

Casi el 100% de los niños entre 6 y 14 años realizan la educación primaria y cerca del 88% continúa durante la secundaria.

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Fuentehttp://redesib.formacionib.org/blog/desigualdad-y-pobreza-causas-del-abandono-escolar-en-latinoameric?xg_source=msg_mes_network

domingo, 13 de agosto de 2017

CEREBRO DE LA MUJER, MÁS ACTIVO QUE EL DEL HOMBRE

El cerebro de la mujer es más activo que el del hombre
En reposo es 12% más activo que el de los hombres, y 8% más activo durante la concentración

El cerebro de la mujer es más activo que el del hombre, ha descubierto un estudio que analizó más de 20.000 imágenes funcionales del cerebro. El cerebro femenino en reposo es 12% más activo que el de los hombres, y 8% más activo durante el desempeño de tareas de concentración.


Diferencias de la actividad del cerebro de hombres y mujeres saludables en estado de descanso y de concentración. El color rojo representa la parte más activa de las mujeres, el azul de los hombres. /Journal of Alzheimer’s Disease 2017

El cerebro de la mujer es más activo que el del hombre, tanto en la población sana, como en pacientes con trastornos mentales. A esta conclusión llegaron los científicos de la clínica Amen Clinics de California, que analizaron más de 20.000 imágenes funcionales del cerebro. El cerebro femenino es, en promedio, 10% más activo que el de los hombres. El estudio fue publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease. 

Eso no significa que las mujeres puedan ser etiquetadas como pensadoras más inteligentes o más profundas, ya que lo que señala el estudio es que la sangre fluye con más abundancia en el cerebro femenino, aunque no se sabe bien por qué. El descubrimiento, no obstante, podría dar pistas para tratar enfermedades cerebrales como el Alzheimer y el Parkinson, y adaptar esos tratamientos basados ​​en el género, matiza al respecto Science Alert.

Más concretamente, estas diferencias entre los cerebros masculino y femenino podrían ayudarnos a entender por qué el riesgo de Alzheimer y Parkinson es diferente entre hombres y mujeres. Parte de la explicación parece ser que algunas de las estructuras más profundas del cerebro envejecen más rápidamente en el cerebro masculino. 

Los autores han llevado a cabo el estudio más extenso, hasta la fecha, sobre las diferencias en la actividad funcional del cerebro masculino y femenino. 

Los investigadores analizaron las imágenes cerebrales de 119 personas sanas (51 mujeres y 68 hombres) (tomadas con tomografía computarizada por emisión de fotón único, TCEFU), en estado de descanso y realizando tareas que requerían concentración. 

Los científicos identificaron 128 diferentes estructuras cerebrales con el fin de detectar diferencias en la activación de ciertas partes del cerebro. Descubrieron que el cerebro femenino en reposo es 12% más activo que el de los hombres, y 8% más activo durante el desempeño de tareas de concentración.

Claras diferencias 

En reposo, el cerebro femenino también mostró una mayor actividad en 65 de las 128 zonas del cerebro: estas áreas incluyen la amígdala, responsable del estado emocional; y la corteza prefrontal, responsable de la memoria, la atención, y muchas otras funciones cognitivas. 

En el cerebro masculino en estado de reposo, se observó una mayor actividad en nueve áreas, entre ellos: el cerebelo, responsable de la coordinación del movimiento y el equilibrio. 

Por otro lado, 48 partes del cerebro de la mujer fueron los más activos cuando realizaban tareas de concentración; mientras que en el cerebro de los hombres solo estuvieron activas 22 zonas. El análisis estadístico mostró que el aumento de la actividad cerebral está significativamente relacionado con el sexo de los participantes. 

Los científicos creen que su descubrimiento podría ayudar a resolver muchas preguntas sobre las diferencias entre hombres y mujeres, tanto a nivel psicológico como en términos clínicos, así como mejorar la metodología para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales, centrándose en la especificidad de género de los pacientes. 
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Referencia 
Gender-Based Cerebral Perfusion Differences in 46,034 Functional Neuroimaging Scans. Journal of Alzheimer's Disease. DOI: 10.3233/JAD-170432

Fuente: http://www.tendencias21.net/El-cerebro-de-la-mujer-es-mas-activo-que-el-del-hombre_a44112.html

miércoles, 9 de agosto de 2017

CRÁNEO DE 13 MILLONES DE AÑOS ARROJA LUZ SOBRE ANTEPASADO COMÚN DE MONOS Y HUMANOS

Alesi murió cuando tenía tan solo un año y cuatro meses
Un cráneo de 13 millones de años arroja luz sobre el antepasado común de monos y humanos

El hallazgo en Kenia de un cráneo muy completo de hace 13 millones de años revela cómo pudo ser el ancestro común de los monos y los seres humanos. El hallazgo, publicado en la revista Nature, describe una cría, de aspecto parecido a un gibón, a la que han denominado Alesi. 

SINC

El cráneo de Alesi, perteneciente a la nueva especie extinta de mono Nyanzapithecus alesi. / Fred Spoor

Entre los primates antropoides, los seres humanos están más estrechamente relacionados con los chimpancés, gorilas, orangutanes y gibones. Nuestro antepasado común con los chimpancés vivió en África hace entre 6 y 7 millones de años y gracias a los fósiles hallados por los científicos sabemos cómo evolucionaron los seres humanos desde entonces.

Poco se conoce de la evolución del ancestro común de todos los monos y los humanos anterior a hace 10 millones de años

Sin embargo, poco se conoce de la evolución del ancestro común de todos los monos y los humanos anterior a hace 10 millones de años. Esto se debe a que los fósiles de este período son escasos y consisten principalmente en dientes y huesos parciales de mandíbula, lo que ha hecho difícil responder a si este antepasado se originó en África y cómo era.

Una investigación realizada por un equipo internacional liderado por Isaiah Nengo, científico de la Universidad Stony Brook (EE UU), permite ahora abordar mejor estas preguntas. El trabajo, publicado en Nature, describe un fósil recién descubierto, apodado Alesi por sus descubridores.

Hemos sido capaces de observar la cavidad cerebral, los oídos internos y los dientes adultos que aún no habían salido

En 2014, lo halló el cazador keniano John Ekusi en capas rocosas de 13 millones de años de antigüedad en el área de Napudet, al oeste del lago Turkana, en el norte de Kenia.

El fósil pertenece al cráneo infantil completo de un mono extinto. Muchas de las partes más reveladoras del cráneo se conservan dentro del fósil. Por esta razón, los científicos utilizaron un equipo extremadamente sensible de imágenes de rayos X y en 3D del sincrotón de Grenoble (Francia) para visualizarlas.

"Hemos sido capaces de observar la cavidad cerebral, los oídos internos y los dientes adultos que aún no habían salido con su registro diario de líneas de crecimiento", asegura Paul Tafforeau, investigador de la instalación europea. "La calidad de nuestras imágenes es tan buena que podemos establecer por los dientes que el bebé tenía alrededor de un año y cuatro meses cuando murió", añade.

Akai Ekes y John Ekusi observan cómo Isaías Nengo levanta el bloque de arenisca con Alesi, después de seis horas de excavación / Isaiah Nengo

Un mono con apariencia de gibón

Los dientes adultos que aún no habían salido dentro del cráneo de la cría de mono también indican que se trata de una nueva especie, denominada Nyanzapithecus alesi. El nombre lleva la palabra turkana ‘ales’ que significa ancestro porque "hasta ahora, todas las especies de Nyanzapithecus que se conocían era solo por sus dientes, y también era una cuestión abierta si eran o no monos", señala John Fleagle, de la Universidad Wake Forest (EE UU).

"Es importante destacar que el cráneo tiene tubos óseos del oído completamente desarrollados, una característica importante que está relacionada con los monos actuales”, expone Ellen Miller, también de la Universidad Wake Forest.

El cráneo de Alesi tiene el tamaño de un limón, con la parte inferior de la cara notablemente pequeña, parecida a la de una cría de gibón. "Esto nos daba una impresión inicial de que se trataba de un gibón extinto. Sin embargo, nuestros análisis demuestran que esta apariencia no es exclusiva de esta especie y que evolucionó varias veces entre monos extintos, actuales y sus parientes", dice Chris Gilbert, investigador del Hunter College de Nueva York (EE UU).

Lo que indica claramente que no era como un gibón es el órgano del equilibrio de sus oídos internos

Lo que indica claramente que no era como un gibón es el órgano del equilibrio de sus oídos internos. "Los gibones son conocidos por su rapidez y comportamiento acrobático en los árboles, pero los oídos internos de Alesi demuestran que tenía una forma mucho más cautelosa de moverse", comenta Fred Spoor, de la Universidad College de Londres (Reino Unido) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania).

"Nyanzapithecus alesi era parte de un grupo de primates que existieron en África hace más de 10 millones de años. Lo que el descubrimiento de Alesi muestra es que este grupo estaba cerca del origen de los monos actuales y los humanos, y que este origen era africano", concluye Nengo.

Referencia bibligráfica:

Nengo, I., Tafforeau, P., Gilbert, C.C., Fleagle, J.G., Miller, E.R., Feibel, C., Fox, D., Feinberg, J., Pugh, K. D., Berruyer, C., Mana, S., Engle, Z. y Spoor, F. "New infant cranium from the African Miocene sheds light on ape evolution". Nature. 10 de agosto de 2017. https://www.nature.com/doifinder/10.1038/nature23456

Zona geográfica: África
Fuente: SINC

Fuente: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-craneo-de-13-millones-de-anos-arroja-luz-sobre-el-antepasado-comun-de-monos-y-humanos

LOS LÍMITES DE LO POSIBLE

Los límites de lo posible
Una reflexión interdisciplinar sobre los caminos de la evolución biológica.


Maestre, Fernando T.

La lógica de los monstruos
¿Hay alternativas a la naturaleza tal como la conocemos?
Ricard Solé.
Tusquets Editores, 2016

Para cualquier persona con sensibilidad y curiosidad por la naturaleza, leer un libro que nos invita a reflexionar sobre algunos de los principales porqués del mundo en que vivimos, como La lógica de los monstruos, es siempre una estupenda inversión de tiempo. Y si la obra está bien fundamentada y magníficamente escrita, y además tiene un título tan sugerente —no sé a ustedes, pero a mí los títulos de los libros me atraen casi tanto como su contenido—, el resultado es un verdadero deleite. A lo largo de siete capítulos, el biólogo y físico Ricard Solé, uno de los investigadores y divulgadores más brillantes del panorama científico actual, reflexiona sobre preguntas como ¿existen alternativas a la vida y la naturaleza tal como la conocemos?, ¿tienen límites las formas que los organismos pueden adoptar? o ¿por qué nuestro universo tiene tres dimensiones espaciales y una temporal?

Tales preguntas no son novedosas en sí mismas, ya que por su carácter fundamental han interesado a pensadores y científicos desde el principio de los tiempos. Sin embargo, lo novedoso de La lógica de los monstruos es la manera en que el autor intenta responderlas. Para ello, Solé nos sumerge en un sugestivo viaje que va desde las bases químicas y moleculares de la vida hasta la teoría de cuerdas para explicar los fundamentos de nuestro universo. Apoyándose en algunos de los resultados más sólidos de la biología, la física y las matemáticas, y asumiendo que la evolución por selección natural no solo actúa sobre lo vivo, sino también sobre procesos como el lenguaje y otras expresiones culturales, Solé nos invita a repensar la naturaleza que nos rodea, explora nuestra capacidad para imaginar criaturas fantásticas y aprovecha la fascinación que siempre hemos sentido por «lo monstruoso». Como se nos dice al comienzo del libro: «Los monstruos, en definitiva, nos han acompañado a lo largo de nuestra historia evolutiva y constituyen una parte esencial del legado cultural de todas las civilizaciones» [véase «La evolución de los mitos» por Julien d’Huy; Investigación y Ciencia, febrero de 2017].

A lo largo de la obra, el autor va desgranando algunos de los últimos avances científicos en disciplinas tan variadas como la cosmología, la antropología, la neurología, la lingüística, la física teórica y la inteligencia artificial. El libro analiza lo que la ciencia tiene que decir sobre lo posible y lo imposible, como bien nos recuerdan los indicios científicos que apuntan a que no puede haber una variedad infinita de formas, o «monstruosidades», debido a las restricciones estructurales de los organismos vivos y a las limitaciones de los mecanismos que producen su complejidad, como apuntaba el biólogo Pere Alberch (1954-1998) en un artículo cuyo título inspiró al de este libro.

Debido a la gran cantidad de temas tratados y a la complejidad de algunos de ellos, la tarea que se ha planteado Solé no resulta sencilla en absoluto. Es por ello por lo que emplea, con gran acierto, numerosos ejemplos que ilustran y facilitan notablemente la comprensión de conceptos, a priori, muy complicados de entender por un público no especialista, como la teoría de cuerdas o el famoso experimento mental del gato de Schrödinger.

La obra llega a la conclusión de que es altamente improbable que haya alternativas a la vida tal como la conocemos hoy, y que los límites de lo posible encuentran su acomodo dentro del conocimiento científico. No obstante, dado que no tenemos respuestas a todas las preguntas planteadas en el libro, el propio autor abre una puerta a la posibilidad de que «existan formas alternativas de pensamiento que quedan fuera de nuestro alcance cuando hemos educado nuestra mente en cierto conjunto de reglas. De ser así, existirían espacios en blanco en el mapa de lo posible, a los que nadie ha accedido jamás y en los que nos aguardan formas distintas de pensar, inventar e incluso de definir teorías». No está todo dicho, pues, en lo que concierne a la comprensión de nuestro mundo, y sin duda la lectura de este libro nos resolverá muchas dudas pero nos generará también muchas otras, algo muy de agradecer en una obra de estas características.

Comencé a leer La lógica de los monstruos con gran expectación dado lo atractivo y ambicioso de la empresa planteada por Solé, amén de mi interés y admiración por su obra. Aun así, el libro superó todas mis expectativas. Más allá de lo fascinante de la temática y de cómo el autor desgrana los distintos temas tratados, me ha sorprendido muy gratamente lo bien escrito que está. Su prosa, rigurosa y amena a la vez, consigue que el libro se lea como las novelas más adictivas. De hecho, sus páginas me trajeron a la memoria pasajes de La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón. La lógica de los monstruos también me ha servido para conocer y acercarme a la obra de Alberch, que desconocía, así como para recordar la de otro insigne científico, Joan Oró (1923-2004), cuyos trabajos no leía desde mi época de estudiante de biología.

Como posible defecto, únicamente apuntaría que no todos los capítulos están igual de bien hilvanados, algo por otra parte comprensible dado lo variopinto de los temas tratados y su complejidad. También se echa a faltar un capítulo final a modo de síntesis o recapitulación, que creo que vendría muy bien a los alumnos de grado o máster y a aquellos lectores que no puedan acabar el libro en pocos días.

En resumen, nos encontramos con una gran obra de divulgación científica a la altura de lo que cabe esperar de un científico y pensador del calibre de Ricard Solé. La lógica de los monstruos es un libro altamente recomendable para todo aquel que sienta curiosidad por comprender mejor nuestro mundo, así como una lectura obligada para cualquier alumno universitario cuyo grado tenga algo que ver con las ciencias de la naturaleza. Al respecto, yo ya lo he incorporado a la bibliografía de la asignatura que imparto a mis alumnos de primer curso en la Universidad Rey Juan Carlos, y animaría a todos mis colegas profesores a que hicieran lo mismo.

Fuentehttp://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/el-multiverso-cuntico-711/los-lmites-de-lo-posible-15502?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Biolog%C3%ADa+-+Agosto+II

lunes, 7 de agosto de 2017

OTRA TEORÍA PARA OTRA ECONOMÍA

Otra teoría para otra economía1

Por: Miguel Mazzeo
 

El tema de esta intervención originariamente estaba referido a la Economía Popular [EP]. Vamos a hablar de eso. Pero de un modo indirecto. 

El concepto de economía popular es ambiguo, polisémico, remite a cosas diferentes y, en ocasiones, contradictorias. 

La lista de conceptos emparentados y de corrientes emparentadas con la EP, a esta altura es prácticamente inabarcable: economía social, economía solidaria, economía social y solidaria, socioeconomía de la solidaridad, economía del trabajo, economía comunitaria, economía popular de la solidaridad, economía colaborativa, economías de red, economía del compartir o compartida (Sharing economy), economía 4D o Economía de la Abundancia, economía social quebecense (entre otros modelos de economía sustantiva), economía del bien común, economía ambiental, economía espacial, economía moral, alter-economía, etc. También cabe considerar a los nuevos paradigmas de los sistemas de intercambio, del buen vivir o del bien vivir; de comercio justo, equitativo y solidario; de consumo crítico, ético y solidario y colaborativo; de finanzas solidarias y moneda social. Junto con el paradigma social del don y nociones tales como desarrollo endógeno, el desarrollo local, el municipalismo, el turismo responsable y la visión multidimencional de la riqueza. Finalmente cabe mencionar a los modelos de voluntariado. 
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1 Desgrabación de la intervención de Miguel Mazzeo en la Charla: “Modelos y perspectivas económicas latinoamericanas”, Universidad Nacional de Lanus (UNla), 28 de marzo de 2017, Aula Magna Bicentenario. 

A todas estos conceptos, corrientes, paradigmas, modelos y visiones, debemos sumarle las experiencias productivas y reproductivas concretas de: los movimientos campesinos, las asociaciones de trabajadores, los movimientos cooperativos, los movimientos ecológicos, las microempresas familiares, las empresas recuperadas por los trabajadores, las unidades de producción domésticas, las asociaciones barriales, las Comunidades étnicas, los Sistemas alimentarios autogestionados a diversas escalas territoriales, las Empresas de producción socializada. Junto con: las Experiencias de autoconstrucción del hábitat, de productores asociados para comprar y vender, de propiedad conjunta, de autogestión, etcétera. Como sabemos, hace algunos años existe una Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). 

Finalmente, debemos tener en cuenta que la Economía Social y Solidaria, ha sido institucionalizada en las Reformas Constitucionales de Bolivia (2009) y Ecuador (2011). 

Existen diversas posturas dentro de los partidarios de la economía “alternativa”. Simplificando mucho, podemos identificar, en primer lugar, una visión complementarista (con sus distintas posiciones respecto del rol del Estado y el mercado). 

Por lo general esta visión remite a iniciativas de carácter productivo en esferas marginales. Iniciativas cuyas funciones son paliativas. Los que comparten esta visión suelen ser heterodoxos en lo micro y ortodoxos en lo macro. 

Luego tenemos una visión sustitucionista (con distintas posiciones respecto del rol del Estado y la sociedad civil popular). Por lo general esta visión se plantea la posibilidad de construir un “sector orgánico” alternativo, cuestiona el proceso de mercantilización de la economía, auspicia formas de propiedad social de los medios de producción, revindica el concepto de “bienes comunes”. Básicamente propone una crítica a la idea del trabajo como mercancía. También critica el rol del Estado como garante de diversos tipos de renta: financiera, inmobiliaria, agrícola, minera, tecnológica. En el marco de esta visión, las experiencias de la EP asumen un carácter “prefigurativo”, lo que significa que las experiencias de la EP, pueden considerarse como anticipatorias, en pequeña escala, de futuros modelos económicos y futuras sociedades. 

…Ahora bien, lo que está claro, y así lo demuestra la lista de conceptos, corrientes, paradigmas, modelos, visiones y experiencias de pensamiento económico que mencionábamos, es que el desarrollo práctico y teórico de las últimas décadas ha instalado la Idea de otra economía. 

Está instalada la necesidad de pensar una ciencia económica con nuevos fundamentos, nuevas racionalidades y de ejercer una crítica a la Ciencia Económica más convencional y a las posiciones epistemológicas de las corrientes dominantes, a sus fundamentos y fetiches. 

No se trata solo de la clásica contraposición entre economía convencional y economía política. Esta ultima contiene a todas las heterodoxias: a viejos y nuevos keynesianos, estructuralistas, marxistas, institucionalistas; a ecologistas, feministas, etcétera. También hay que reconocer la existencia de fundamentos compartidos por la economía convencional o neoclásica y la economía política. Sobre todo en el caso de los estructuralistas. Ya en la década del 90 fue visible el acercamiento de los estructuralistas a las ideas neoliberales. 

Entonces… vamos a arrancar por el principio, dejaremos para otra ocasión cuestiones tales como: el impacto de la apertura de las importaciones, la situación de la pequeña y mediana industria, el incremento de los despidos en diversas ramas de la actividad, el inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento externo, los problemas estructurales de la economía argentina. 

Vamos a formularnos algunas preguntas impostergables: ¿Qué ciencia económica enseñamos en la universidad? ¿Qué ciencia económica circula en los medios de comunicación? La pregunta adquiere más relevancia en los últimos tiempos, donde varios economistas se han convertido en personajes mediáticos. Desde los diarios, las radios y la televisión, apelan a los núcleos de mal sentido del sentido común (y a todos los lugares comunes de la economía). Recordemos: el sentido común posee núcleos de mal de sentido y núcleos de buen sentido. 

¿Sirve esa ciencia económica para pensar otra economía? 

Nuestra respuesta es que no sirve. Obviamente no hay que arrojar al niño con el agua de la bañera. Pero es evidente que la ciencia económica convencional (incluyendo algunas versiones de la “economía política”) muestra algunos “vicios” y “limitaciones”. 

Vamos a considerar diez aspectos de la ciencia económica “convencional” que, desde mi punto de vista, deberíamos someter a una crítica para comenzar a pensar una nueva economía. Diez por la carga simbólica del número: los diez mandamientos, por ejemplo. Aunque nuestra perspectiva está en las antípodas de la idea de un “mandamiento”. Podrían ser muchos, muchísimos más, pero apelamos a cuestiones bien generales que abarcan un sinfín de planos. 

Uno 

La ciencia económica convencional, la ciencia económica dominante, fue elaborada por minorías y para beneficio de las minorías. Por lo general las contribuciones teóricas de los clásicos, y estoy pensando en los clásicos del “liberalismo”, no partían de las realidades de las clases subalternas. A lo sumo desarrollaron alguna faceta piadosa, pero siempre pensaron la economía “desde arriba”. Así fue en el caso de utilitaristas, marginalistas, y otras escuelas. A pesar de todo, considero que hay que rescatar a los clásicos del liberalismo... Poco tienen que ver con quienes los reivindican hoy, cultores del neoliberalismo, el fundamentalismo de mercado, y cosas por el estilo. Los clásicos del liberalismo pensaban en términos de economía política, lo que abrió las puertas a pensar en términos de crítica de la economía política. Por otra parte La riqueza de las naciones, de Adam Smith, hoy, parece un tratado de moral más que una manual de economía convencional. 

En los últimos dos siglos, las “usinas” fueron siempre las “universidades prestigiosas”. Existe una especie de círculo cerrado donde pesa más la autoridad que los argumentos. Repetimos: donde pesa más la autoridad que los argumentos. La autoridad del economista que formula el paradigma, del periodista que lo vulgariza y lo difunde y del terrateniente, el industrial y el banquero que lo aplican porque les conviene. De este modo, el elitismo intelectual empobrece al pensamiento económico. Tal vez por esta marca de origen, la economía convencional tiende a separar la producción de la distribución. Que, entre otras cosas, ha dado pie a la “teoría del derrame”. Vale insistir, hasta el hartazgo: no se distribuye la torta, es decir, la “riqueza”, sino el “ingreso”. No un “stock” acumulado sino un “flujo”: el valor agregado. La parte que se lleva el capital y el trabajo. La ganancia y el salario. Es excesiva la presencia de “la torta” en las explicaciones de muchos economistas mediáticos. La economía se confunde con la gastronomía. 

Dos 

La ciencia económica convencional posee una fuerte impronta positivista que se traduce en la negación de las dimensiones sociales, políticas, culturales, de la economía. Es muy poderosa la influencia de los paradigmas de las ciencias exactas y naturales. Pero la economía no es una ciencia exacta o una ciencia natural. En economía no hay leyes objetivas y universales. 

La ciencia económica convencional limita el papel de la economía a funciones técnicas. Propone una “naturalización de lo social”. Considera como fenómenos naturales a los que constituyen, básicamente, hechos sociales y políticos. Por ejemplo: precios, salarios y ganancias. 

La ciencia económica convencional niega la existencia de un sujeto autónomo y conciente (incluimos aquí a algunas versiones del estructuralismo) y cuando la reconoce, apela a un objetivismo fatalista y termina considerándola irrelevante. O sea, niega la experiencia concreta de los sujetos. Entonces, muchas veces, la teoría explica cosas que no tienen ninguna relación con la realidad de las personas. 

Tal vez Uds. recuerden que, hace no mucho tiempo, un funcionario público (economista él) hacia referencia a que el bienestar del pasado reciente era una “ilusión” y el malestar del presente una “realidad”. 

Tres 

La ciencia económica convencional promueve el “reduccionismo del objeto de estudio de la economía”. Esto significa que “reduce” la realidad a los presupuestos que selecciona y que le sirven para demostrar lo que quiere demostrar. O sea: también es apriorística y parte de dogmas. Recurre a concepciones totalitarias (no totalizadoras), como, por ejemplo, la del “equilibrio general”. 

La ciencia económica convencional es hiper-ideológica. Aunque afirme lo contrario, aunque apele permanentemente a la neutralidad valorativa. 

La ciencia económica convencional tiene hipótesis para todo lo que no se conoce, en aras de una hiper-precisión, a pesar de vivir en un mundo pleno de incertidumbres. 

La ciencia económica convencional es autoreferencial. Sus teorías “funcionan”, pero en el vacío. 

Cuatro 

La ciencia económica convencional favorece la extrema “modelización” de los comportamientos y las situaciones sociales. Tiende a la homogenización del sujeto de análisis, objetivándolo bajo unas reglas de pensamiento único. Esta “modelización” la lleva a preferir la simplicidad procedimental en detrimento de la complejidad del análisis. Por ejemplo, Adam Smith utiliza una sola vez la expresión “mano invisible” para hablar del mecanismo del mercado. Esa sola expresión dio pie a toneladas de libros. Pero la “Mano invisible” era una metáfora, no un concepto. Entonces, la ciencia económica convencional combina: simplicidad en el análisis y complejidad innecesaria en la exposición. Y así la economía se convierte en una disciplina inabordable para los no iniciados. Nosotros consideramos fundamental la participación popular en la economía. La economía es demasiado importante para dejarla en manos de los economistas. 

Cinco 

La ciencia económica convencional aplica el enfoque mecanicista para explicar absolutamente cualquier relación entre variables. Supone que el todo es siempre una suma de las partes. 

La ciencia económica convencional recurre a la expresión: “Ceteris paribus” (la presuposición de unas variables que se mantienen constantes). Así, la economía termina más cerca de la técnica y separada de la política. Pero la economía no es una ciencia autónoma porque es una ciencia social. 

La ciencia económica convencional parcela la realidad social. Sigue el método de “Jack el destripador”. Esto es, no recurre a los enfoques holísticos. En este sentido, consideramos que es clave recuperar la idea de totalidad. 

La ciencia económica convencional apela a una ontología atomística (fundada por Adam Smith). Es decir, la idea de que persiguiendo el propio interés, la mano invisible del mercado lo conduce a promover el bienestar del conjunto. Esta idea jamás fue corroborada por la experiencia histórica. 

Seis 

La ciencia económica convencional abusa de los aparatos instrumentales cuantitativos. Lo cuantitativo busca construir la supuesta neutralidad del enfoque. De este modo, la ciencia económica convencional cree que se auto-construye como disciplina autónoma y autosuficiente, separada de la política. La economía se torna “econometría”… Se trata de un camino para convertir a la economía en un universo liberado de la acción humana conciente. El planteo es que pueden existir relaciones económicas puras. Una expresión de deseo, más que una realidad. Nuevamente: el análisis se empobrece, en lugar de estudiar “la vida” se estudia la parte que tiene “precio” y se puede “intercambiar” en el mercado. No hay soluciones técnicas para problemas políticos y éticos. 

Siete 

La ciencia económica convencional confunde medios y fines. La economía no es una técnica de cálculo donde los fines están pre-establecidos. Por ejemplo. El desarrollo económico, la acumulación de capital, se erigen en fines. Cuando, en realidad, deberían ser concebidos como medios. El horizonte de la ciencia económica convencional es la “acumulación de capital”, no la “reproducción de la vida”. Entonces, la Ciencia económica convencional no es ni racional, ni razonable. 

Ocho 

La ciencia económica convencional se caracteriza por la falta de realismo. A veces es demasiado evidente la orgullosa ignorancia de muchos economistas. La economía debe ser una de las pocas disciplinas en las que se pueden decir tantas barbaridades y hacerlas pasar por postulados científicos. Es inconmensurable el contrabando. De conceptos… digo 

La ciencia económica convencional esta poblada de mitos o mejor, fetiches, por ejemplo: que la sola expansión de la economía genera bienestar. Que el mercado es el mejor regulador de la economía. 

Que el Estado es un factor siempre distorsivo; o, en otro sentido, que el Estado puede cubrir todos los baches. 

Nueve 

La ciencia económica convencional tiende a caer en el Eurocentrismo. Esto se puede percibir en la fuerte presencia de las teorías liberales del desarrollo y de las concepciones positivistas de la modernización que han servido para reproducir el subdesarrollo en la periferia. 

A la ciencia económica convencional le cabe la figura de la “patada a la escalera”: convertir un proceso histórico particular en modelo universal pero al mismo tiempo evitar que otros recorran ese proceso. 

La ciencia económica convencional apela a una universalidad abstracta, pero en realidad cae en una forma de o provincialismo estrecho e igualmente abstracto. 

La ciencia económica convencional posee un carácter “no situado”. Peca de colonialismo cultural y metodológico. Por eso resulta inestimable el aporte del pensamiento económico heterodoxo, sobre todo el que se corresponde a una visión desde la periferia. (Por ejemplo, la Teoría de la Dependencia). 

Diez 

La ciencia económica convencional carece de auto-crítica. No se cuestiona el aparato conceptual frente a las realidades cambiantes. Su signo distintivo es el conservadorismo teórico. Tiende al monólogo y a la autosuficiencia. 

Para terminar, debemos decir que “otra economía” requiere de un nuevo pensamiento económico, de nuevas categorías. Hay que resignificar viejas categorías y pensar nuevas. Claro está, debemos seguir usando las viejas categorías de la ciencia económica convencional, pero no tenemos que someternos mansamente a ellas.

Se trata de pensar nuevas narrativas económicas. Gestar un pensamiento económico arraigado. Karl Polanyi hablaba de mercados arraigados y mercados desarraigados en la sociedad, en el mismo sentido podríamos hablar de un pensamiento económico arraigado y otro desarraigado.

Se trata de construir una economía política desde el paradigma de la complejidad, una economía que esté a la altura de los problemas que presenta el “capitalismo cognitivo”. Es importante insistir con la idea de territorio como un concepto teórico fuerte en el análisis económico. Esta idea puede ayudar a percibir la vigencia de los mecanismos de la acumulación originaria, las lógicas rentísticas, entre otras cosas.

Finalmente, creemos que es indispensable recuperar la idea de un sujeto popular, plebeyo como agente del cambio económico, y romper con las visiones verticales del cambio económico.

Esperamos aportar desde nuestras clases algunos insumos para pensar otra economía y otro país.

Fuentehttp://www.resumenlatinoamericano.org/2017/07/31/analisis-otra-teoria-para-otra-economia/

 
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